técnicamente el mundo como objeto, se obstruye
voluntaria y completamente el camino hacia
lo abierto (la presencia del ser en su verdad),
que de todas formas ya está bloqueado.
El hombre que se autoimpone es asimismo,
quiéralo o no, sépalo o no, el funcionario de la técnica.-”
Martín Heidegger
La semana pasada en varios medios se difundió una noticia para muchos increíble:
“Un joven de 17 años, de la provincia China de Guangdong, le confesó a su madre haber vendido su riñón por 3 mil dólares para adquirir el nuevo producto estrella de Apple, la tableta iPad 2”.-
La noticia causó revuelos y debates de todo tipo; más por el lado del tráfico de órganos y la desregulación que hay en muchos países del mundo, que por supuesto es tema importante a tratar por la justicia de los mismos, como flagelo que toca en mayor medida a las clases pobres que en la necesidad desesperante de dinero, recurren voluntariamente a esta decisión límite.-
Al leer tal título noticioso, confieso, que mi primera reacción fue un tanto de asombro; pero al profundizar más en el escrito; no fue que justifiqué la actitud del joven, pero comprendí en parte lo que lo llevó no solo a esta toma de decisión; sino a qué fin apuntaba, que es lo que más sorprende de la noticia. Porque no nos engañemos; en muchos países mayormente en el Asía pobre, este “negocio de órganos” es penosamente, moneda corriente. Por ejemplo, y que pasa a menudo: si un padre con el objetivo de alimentar, realizar una operación quirúrgica, o para dar una mejor educación para su/s hijos vende un riñón, y repito, que se escucha habitualmente en los medios o documentales extranjeros; el hecho pasa como uno más entre miles y nada más. (Fuente: http://www.elmundo.es/navegante/2000/12/04/portada/975924267.html
Volviendo al tema del Joven Chino, en donde un Ser humano, entrega, da, o mejor dicho vende parte de su “fuerza vital” parte de su cuerpo, y un órgano tan importante en las funciones del filtrado de la sangre del aparato circulatorio y el permitir la excreción, a través de la orina, de diversos residuos metabólicos del organismo (como son la urea, la creatinina, el potasio y el fósforo) por medio de un complejo sistema que incluye mecanismos de filtración, reabsorción y excreción. Muchos dicen y se ve en varios casos, que podemos vivir con un solo riñón, pero no es lo mismo que la filtración la realicen DOS órganos a que solo uno se haga cargo de todo el trabajo, esto lleva a que con un solo riñón la persona limite su fuerza vital y no se exceda en la actividad física, la alimentación, las bebidas alcohólicas, para así poder realizar una vida, podría decirse, normal.-
Cada uno de nosotros tenemos una fuerza vital, un recurso energético propio, en mayor o menor medida, según la persona, y que en nuestro cuerpo lo mantenemos o aumentamos con la alimentación, la ingesta de líquidos, el ejercicio físico y el descanso.-
En la vida diaria cada uno, en cada caso, en distinta frecuencia y medida, gastamos pero por otra parte también VENDEMOS esa energía en el mercado laboral en un contrato de trabajo que nos obliga por una suma de dinero y unas prestaciones sociales pre-determinadas a entregar esa energía psique-corpórea en nuestro trabajo diario.-
En esta Era hiper tecnológica en donde la velocidad de recambio, la moda, las actualizaciones y los “lanzamientos” llevan a muchos a una avidez incontrolable de novedades como éstas y otras nuevas tecnologías por el “encantamiento”, la pertenencia al grupo-moda y el entretenimiento que en muchos produce y se resume en una disminución de la angustia, sea en lo laboral, lo familiar-social o solo existencial.-
Esto se traduce que este Homo laborans-laborans, luego de satisfacer sus necesidades esenciales de él y su familia, o no, pasa a una necesidad imperiosa o sea a un anhelo tecnológico que lo lleva a ingresar en círculo vicioso de avidez de novedades técnicas. Su salario, el sueldo que cobra por un determinado trabajo comienza a escasearle y necesita imperiosamente más dinero. Tiene su fuerza vital de trabajo y esta a cambio de más tiempo y con ello más trabajo, en un lugar u otro, va consiguiendo esos fines anhelados.-
Esto lleva indefectiblemente a un gasto superior de energía en su cuerpo-psiquis, a un menor tiempo de ocio familiar o creativo y a sentir el “desgaste o fatiga” patológico/a. Muy similar pero en otro ámbito le pasa/rá al Joven Chino cuando el Ipad 2, sea obsoleto, pase de moda o simplemente se rompa y tenga que conseguir otro nuevo, o el Ipad 3 o 4. ¿Venderá su otro riñón? No creo, pues indefectiblemente moriría. ¿Le quedan otras opciones?- Por supuesto: conseguir un trabajo rápido, no-profesional, o estudiar una carrera universitaria para así dentro de 5 o 7 años tener un título profesional y ganar el dinero suficiente para no solo comprar lo último en tecnología sino más.-
Pero desgraciadamente la “tecnología encantadora” pide y clama -¡¡actualización o sea actual, ahora, no puedo esperar meses, ni años, tengo que obtenerla hoy, mañana no me servirá!!.
Este endiosamiento, esta sacralización de un aparato tecnológico, que algunos comienzan a conferirle un gran simbolismo rindiéndole cuasi-total pleitesía; que en este caso es un Ipad, pero puede ser un celular, un automóvil, una motocicleta, una notebook, una cámara digital, que esté dotada de lo último en tecnología, a muchas personas los convierten por momentos, en circunstancias ante la exterioridad, en el uso ente-el-Otro; en dioses, y como todo Dios cree ser inmortal, que su poder, su vida, su energía es ilimitada. Olvidándose, o queriendo olvidar, lo VIVO, lo finito, lo que sufre, padece, que lo rodea indefectiblemente y que estos, aún negando su propia finitud, su propio tiempo; venden su fuerza vital, la subastan al mejor postor y se quedan como dioses caricaturescos distendidos sobre el trono tecnológico, creyéndose dominadores del mundo, cuando verdaderamente esclavos son.-
Terminando y para que no se mal interpreta o se crea que uno es un tecnofóvico pesimistas; la técnica, y es harto conocida que permite miles de beneficios y abre muchísimas posibilidades a otros, por ejemplo en el campo de la medicina en todos sus ámbitos. El tema es el abuso o la sobre valoración para con estos objetos que como he dicho lleva a varios peligros o “caídas”, en donde uno por el encantamiento-técnico olvida la esencia no solo suya, sino de la misma técnica como medio y no como fin mismo.