MEMORIA DEL MAL, TENTACIÓN DEL BIEN

Genialmente y con una prosa magistral Todorov nos ofrece un libro realmente reflexivo.
En el cual se pregunta y nos pregunta ¿Que nos ha aportado el siglo XX?
En sus últimas páginas Todorov nos deja un mensaje final resumiendo en parte, el contenido de esta fantástica obra literaria, con estas palabras:

"El humanismo moderno—un humanismo crítico—se distingue por dos características, ambas banales, sin duda, pero que obtienen su fuerza de su propia copresencia. El primero es el reconocimiento del horror del que son capaces los seres humanos. El humanismo, aquí, no consiste en absoluto en un culto al hombre, en general o en particular, en una fe en su noble naturaleza; no, el punto de partida son, aquí, los campos de Auschwitz y de Kolyma, la mayor prueba que se nos haya dado en este si­glo del mal que el hombre puede hacer al hombre. La segunda caracte­rística es una afirmación de la posibilidad del bien: no del triunfo univer­sal del bien, de la instauración del paraíso en la tierra, sino de un bien que conduce a tomar al hombre, en su identidad concreta e individual, como fin último de su acción, a quererlo y a amarlo. Se renuncia pues a susti­tuirlo por un ser sobrenatural, Dios, o, muy al contrario, por las fuerzas de la naturaleza subhumana, las leyes de la vida, o también los valores abstractos elegidos por los hombres, se llamen prosperidad, revolución o pureza, y, más allá, las leyes de la Historia. ¿Cómo conciliar esta ausen­cia de ilusiones sobre el hombre, por una parte, con el mantenimiento del hombre como objetivo de la acción, por otra? Ése es el desafío que deben aceptar los humanistas modernos, los humanistas después de Kolyma y después de Auschwitz".




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