Un ejemplo de pueblo, respetando el más preciado patrimonio de una ciudad, su entorno, su habitad, sus “ruidos”, su gente. En este lugar él, como en otros pocos lugares, la habitabilidad entre el hombre, los animales, la vegetación se fusionan en una “pacto” de no agresión, tolerancia y respeto. Muchas ciudades o pueblos, deberían tomar algo de este ejemplo de comunidad, que a pesar de algún u otro problema, nunca rompe el “juramento natural” del que forma parte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario