E.T. ¿EL GRAN ARQUITECTO?

Hace unos años atrás, allá en los inicios de la tv por cable en nuestro país y en mi localidad, recuerdo haber disfrutado y no perderme aquellos programas que podían ofrecerme, por mi gusto por la historia mundial y la geografía, en los canales como History Channel, Natgeo y el Discovery; el nuevo campo de conocimiento, de visión y de apertura con-el-mundo que en aquellos años me permitió esta vía de comunicación, junto a los libros, transformándose en algo totalmente revolucionaria, no solo en la nueva forma en que el conocimiento llegaba a mí, sino también en la accesibilidad que por mi particular situación (como persona situada en su entorno) que era por vivir en un pueblo, lejos de grandes centros urbanos, y con ello de una gran variedad-posibilidad de contenidos-conocimientos, plasmados sea en libros, o cualquier otro medio de información.-

La internet por supuesto revolucionó todo más aun, permitiendo una apertura casi infinita de conocimientos a un clik y en segundos, estando situado en el medio del campo o en la terraza de un edificio.-

Pero no quiero desviarme del meollo de la cuestión que quiero tratar y que hoy puedo ver, en los canales antes referidos, principalmente en History, en donde los contenidos de su programación están inundados de programas Apocalípticos o sobre extraterrestres. Entiendo, viéndolo desde lo mercantil, que por lo ya citado con la inclusión de internet al mundo del entretenimiento-información, la TV perdió, y está perdiendo cada vez más telespectadores, y con ello $$$, por eso solo le queda tirarnos con la basura que puede ser más atrayente; y que nada tiene que ver con la Historia, sino más bien con CREAR, INVENTAR desde el genio imaginario que dotó al hombre de miles de historias-mitos realmente nunca resueltos, ni comprobados.-

Uno prende la TV y pone History, y seguro que en cualquier horario encuentra un programa sobre el fin del mundo, algún bicho alienígena, un monstruo del lago, cómo los extraterrestres construyeron algún monumento histórico, o cosas por el estilo. Cuando algo no se puede concebir, comprobar u obtener pruebas, lo mejor…no lo más fácil es atribuirlo a algún ente supra-humano.-

Otros medios de (in)comunicación tampoco se quedan atrás, en revistas, diarios, libros, internet, el cúmulo de este tipo de noticias “rellena” espacios a la perfección. Los medios en la actualidad priman su contenido más en lo que “venderá” de lo que informará, y lo objetivo de esa información se bifurca con estados de ánimo, caprichos, posturas subjetivas y por supuesto el toque imaginario para que el hecho, la verdad, sea totalmente des-hecho cuando llega a nuestras manos.-

Por supuesto con esto no quiero decir que se busque de eliminar todos estos programas; como siempre lo hago, solo busco, hacer pensar, preguntarse, dudar para comprender lo que somos, y no culpar siempre al tercero o a un sistema. Sino reflexionando, darnos cuenta que algo podemos hacer cada uno, que tenemos posibles en donde girar nuestra forma de interpretar lo que nos es dado desde nuestra exterioridad circundante. Atreverse al cambio, queda a pura disposición del autor.-

Lo que en lo particular, más me indigna, es lo que se hace por ejemplo con el relato histórico, no de los historiadores, sino del que escribieron sus propios protagonistas. Culturas como los Egipcios, Mayas, Aztecas, Incas, Persas, para citar algunos de los más tocados. En donde estos programas o editoriales constantemente están con la postura o idea que las construcciones, los monumentos, así como también su conocimiento del cosmos, del tiempo, de la matemática, etc.; no propia de estas culturas sino que deben todo la cimentación de su civilización a entes alienígenas-extraterrestres.-

He leído, visto e ingresado a foros, Facebook sobre estas culturas y en las discusiones plantee lo mismo que aquí expongo. Por ejemplo en una página muy bien realizada sobre la cultura maya, todo el ámbito de tratamiento de temas que se tratan o discuten gira o mejor dicho se divergen a la temática de los extraterrestres, pasando, hasta el ámbito religioso de los mitos de Dioses sobre-naturales. Lo que estas culturas dejaron estampadas en sus templos, palacios, monumentos en glifos, jeroglíficos y otra forma de escritura de lo que eran sus costumbres, lo que hacían, como lo hacían, a los dioses que adoraban, etc; esta nueva realidad-mediática-consumista, es tan….(diciéndolo levemente) TONTA, que está borrando, rasgando y tachando en su accionar lo que los HOMBRE/MUJERES del pasado nos legaron como patrimonio histórico.-

Como pasa en la cotidianeidad diaria mundial, el humano está olvidando al humano, se está perdiendo en el hombre/mujer lo grandiosamente humano que poseemos, de este modo, con este tipo de pensamiento, es inevitable y desgraciado afirmar, lo que se afirma.-

El hombre hoy no puede concebir como años, antes de Cristo, por ejemplo en Egipto, aquel Hombre pudo haber construido una monumental obra como las pirámides, o como una cultura en la selva mexicana pudo tener a su disposición un conocimiento matemático-cosmológico y de medición del tiempo tan exacto.-

El humano de hoy cree que el ser civilizado significa tener un auto, un celular, internet o comunicarse vía satélite…desdeñando lo que el pasado nos puede enseñar, si sabemos QUÉ buscar y DÓNDE. El grado de civilización de una comunidad se mide por el grado de desarrollo social entre sus integrantes, cuanto mejor se estructure o “sacrifique” las apetencias personales con las del grupo para conformar un espacio estable, equilibrado y duradero (en lo posible) para todos los integrantes de la comunidad, allí estará dado el grado de desarrollo civilizatorio de una cultura.-

Defender, respetar, y preservar ese legado es nuestro responsabilidad…una palabra que no se oye a menudo.-

Todorov, bien lo dice: “la memoria, las historias del pasado son muy, pero muy instructivas; pero no son contagiosas”, de generación en generación hay que volver a enseñarlas, no para aumentar los conocimiento personales solamente, sino más bien para extraer de ella, de la historia, las herramientas, los contenidos que me sirven/servirán para cada nueva generación, respetarla y no desvirtuar su contenido original es nuestra responsabilidad.-

EROS, THÁNATOS; IRRUPCIÓN, INTERRUPCIÓN



“La esperanza se percibe cuando en

la distancia resuenan movimientos de cambio;

contrario a un silencio conformista que nos invada eternamente”


Un nuevo año ha dado inicio; para muchos es el nacimiento o la búsqueda –anhelo, de algo nuevo, un cambio, un punto en la línea de cada tiempo, en donde la monotonía de cada animal laboran, se aleja por un momento, y la reflexión de lo que fuimos y lo que queremos Ser, se nos revela en pequeños deslices momentáneos. Para otros la continuidad, la estabilidad debe seguir su rumbo y nada se “pide” para ese nuevo devenir, o el deseo queda inmerso en la no alteración de lo vivido y a vivir.-

En el recuerdo quedará el viejo año, que ya no es, fue, pasó, en definitiva expiró. Como este nuevo año, el viejo, también tuvo su nacimiento, lleno de esperanzas, de pedidos y celebraciones por lo que vendrá en este mundo carente de certezas deterministas; sino más bien colmado de enigmas a revelar y para intentar comprender tenemos, como diría Walter Benjamin, bucear en la historia, en sus textos, para encontrar las perlas que nos permitan, no dogmatizar el pasado, sino más bien, capturar las herramientas que nos permitan construir el presente ecuánime y equilibrado socialmente y con visión de permanecía a futuro.-

Por eso, no puedo, más aún, no quiero, dejar de seguir citando a esta autora que en estos últimos meses, en sus escritos, entrevistas, notas, ha dejado en la historia del pensamiento y me ha dejado en mi propio pensamiento-postura, una impronta significativa marcada por su radical originalidad a la hora de “querer comprender” su tiempo, la historia, a la humanidad. En su principio de natalidad, que elabora Hannah Arendt, podemos tomar de referencia el nacimiento, la novedad, lo nuevo que otorga el nacimiento de un nuevo comienzo. Esta novedad trae consigo una ruptura de lo establecido, una fuerza transformadora que irrumpe en la existencia como una esperanza de cambio, liberada de ataduras ideológicas que sucumbirá con total espontaneidad imprevisible ante la quietud determinista, que con la acción humana libre, puede llevar a una nueva re-evolución.-

Por supuesto el principio de natalidad está centrado en el nacimiento de un nuevo Ser humano, pero inmanente a su concepto, se une también a la conducta humana de la acción, del movimiento de las ideas (re-evoluciones). Si bien es un suprem.moment la del nacimiento del alguien por “lo que vendrá”, también el nacimiento puede concebirse en lo nacido, en “lo que ya es”. El recién nacido como el adulto-resuelto-a-cambiar o re-nacer, solo hará surgir una esperanza si éstos podrán realizarse bajo un estado de libertad, de libertad en el sentido ser-libre fenomenológico, en donde la conciencia, el yo no es libre, nunca en la quietud, en el propio ego; sino que se va (movimiento) haciendo libre en sus pro-eyectos, en el mundo, entre las cosas y entre los otros. O sea teniendo como estandarte la libertad humana, la novedad asumiendo o no, no temerá ante los embates de lo UNO, lo dado, lo establecido, lo impuesto, la IDEOLOGÍA (la lógica de una idea); e irrumpirá para desafiar y hacer pensar que algo no está bien y que mientras exista y se defienda la libertad de acción, la pluralidad de pensamientos, aun donde no está…..el Eros, el amor por el mundo nunca se detendrá.-

Si un año nuevo nos dará esperanzas de una renovación, para aquellos que en su vida quieren cambiar, o con la esperanza de que no solo ellos, sino los desesperados del mundo sean menos y desde el accionar de todos, cambie. Todo está en nuestras manos, la mano humana, ningún ente supra-humano podrá accionar por nosotros. Sabido es que algunos discursos inundan de esperanzas al mundo, para luego quedarse en la in-acción y se “pierden” poco a poco, para luego caer derrotados bajo el peso de esa lógica idea (ideología) que los empuja por lo acomodadizo, lo fácil, lo tentativo a ceder, aún teniendo algo de libertad, se rinden, entregan las armas, la bandera que tanto se dijo defender; ante las fuerzas de la inautenticidad monocromática.

De lo expuesto anteriormente, sobre el año, marcada por la cultura, para demarcar al tiempo, la naturaleza limita a lo orgánico, a la vida, con la muerte. Todo irremediablemente nace para morir, antes o después la finitud de una vida llega a cesar. Placentero, conformista y acomodadizo a un discurso-positivo, sería quedarme al lado de Arentd para sentirme más esperanzado, sin angustia ni temor; pero no, tengo que seguir, no puedo engañarme a mi mismo; entonces soltaré la mano de ella y me aferraré aunque sea por un momento al maestro de Arentd, a Heidegger.-

Si Arendt, mantuvo en parte de su supuesto metodológico a la natalidad, la vida; Heidegger se centró más en la muerte (thánatos), al hecho de asumir en la existencia humana, la inminencia, lo intransferible, lo propio, y la posibilidad que está en todas mis/nuestras posibilidades, en todos mis/nuestros pro-eyectos que lo ocupa: la muerte, y que determina a cada Ser al hacerse presente la idea de la nada absoluta ante la muerte, que lo lleva a la angustia, al temor y a una pregunta existencial con respecto a cómo asumirla, auténtica o inauténticamente. Considerarla, tomarla como una más de mis posibilidades existenciales a la muerte para así darle el peso, el lugar que ocupa. Todo comienzo tiene un final en algún momento imprevisto o previsto; la responsabilidad de la humanidad, de Ser la compañía, el apoyo a un porvenir, ahora sí, esperanzador, es hacer lo posible en abrir los caminos, los espacios (entre los hombres/mujeres) y despejarlos, mantenerlos en acción y accionando, de aquellos que quieran interponerse contra la/nuestra libertad.-

Porque la comunidad, el grupo accionario, si pierde un particular o parte de su magma, ante los embates dogmáticos-ideológicos, siempre habrá alguien que podrá continuar, los nuevos nacimientos de pro-eyectos seguidos y a seguir. Si no le damos el peso ontológico propio-con-el grupo de la concientización con-la-muerte propia y de “las compañías” y nos “conformamos” con lo nacido, con la subversión de la ideología, sin “acompañarla” y re-nacerla continuamente, terminará cristalizándose en otro tipo ideológico peor aún, dentro de las filas de la re-evolución humana.

Eros y Thánatos, irrupción e interrupción; fuerzas y circunstancias inmanentes y antagónicas a la existencia humana.

“Nuestros contemporáneos han llegado a tal extremo en el dominio de las fuerzas elementales que con su ayuda les sería fácil exterminarse mutuamente hasta el último hombre. Bien lo saben, y de ahí buena parte de su presente agitación, de su infelicidad y su angustia. Sólo nos queda esperar que la otra de ambas «potencias celestes», el eterno Eros, despliegue sus fuerzas para vencer en la lucha con su no menos inmortal adversario. Mas, ¿quién podría augurar el desenlace final?”. (Sigmund Freud – El Malestar en la Cultura.)