¿BARBARIE O CIVILIZACIÓN?

Guayana, 1.000 A.C

Dentro de la cuba, el Bohíque revuelve la infusión que les da vida, esperanzas y tranquilidad, a la tribu; la suma de tres elementos (lo HUMANO + lo NATURAL + el ESPÍRITU), dándole mezcla y machaque, fusionen la esencia que se emanara en el aire como medio de enlace, comunicación y clamor a los dioses, para que auguren el bienestar y la supervivencia a toda la comunidad. Fórmula fundamental de nuestros antepasados, que permitió evolucionar en sociedad y armonía entre ellos y con la naturaleza.

Indias Orientales, 1492 D.C

En las arenas de la costa de Guanahani, la huella, lisa, plana, pulcra, inmóvil del pie del hombre blanco, Marca y borra, la irregularidad de las pisadas de los desnudos, sucios, e inquietos barbaros salvajes, que los recibieron con beneplácito. Pero, estos visitantes blancos, no buscaban acogimiento; ni pedían, permiso, aprobación de extranjero, para nada.

La nueva empresa conquistadora, maquinaria técnica y opresiva, comenzó desde aquí a llevar a la práctica, los mejores conceptos de la práctica inquisidora, la razón iluminista y el amado capitalismo Europeo. Contabilizando persecuciones, asesinatos y esclavismo, arrasaron con todo a su paso, sin mediar remordimiento ni culpa. No fue un hecho, como se dice, irracional, sino de lo más asquerosamente racional. Ya los calificativos de sucios, salvajes y barbaros no correspondían a los originarios, sino a los intrusos usurpadores.

En la selva se escondieron algunos para no ser visto, este era su hogar, su cuna, su resguardo, su vida. Un tiempo se mantuvieron ocultos, al resguardo de la selva, de su madre: Naturaleza, aguantando hasta que pudieron. Pero esta también fue presa del colonia “agrícola-ganadera” europea, de los nuevos virreinatos que se llevaron el oro, el alimento, las riquezas y un millar de esclavos, pero algo si han dejado, millones de muertos, bautizados, excomulgados y la por último la viruela que mutilo a los pocos que quedaron.

Y aquellos Chamanes, que eran partes esenciales en el desarrollo y sustentabilidad social en estas antiguas civilizaciones, los cuales durante siglos fueron el eje espiritual y mediador entre mundo espiritual y cada habitante de esas culturas; con la llegada del hombre blanco y la imposición cultural y religiosa a estas tierras, la perdida de la Esencia mística, poderosa y natural de los Chamanes y la de toda la comunidad, cayó bajo la sombra de la Cruz y la Espada. Hoy solo nos quedan Curanderos, mutantes del chamanismo, la city y la eucaristía, que solo se resignan “adaptarse” a estos tiempos modernos fumando de la “planta”, no para encontrarse con sus dioses o sus ancestros….sino para con el llanto… olvidarlos.

Pero en algunas aldeas perdidas en lo más profundo del monte y la selva, los “originarios” esperan desconsolados las predicciones de aquel último Chaman, el viejo, el de antaño, con lágrimas en sus ojos, mascando la coca, escupiendo gritos, amenaza al Hierro y al cielo pidió auxilio:

¡¡¡¡Vuelvan por donde vinieron
Salgan de nuestros ríos
No arrasen la selva
No se lleven los “bichos”
Esta es nuestra tierra
Alimento de nuestros hijos¡¡¡¡

….en definitiva….si hoy vemos como lo humano se está perdiendo, la naturaleza sobreexplotando, arrasando y contaminando y la espiritualidad negociando. La Suma, de aquella fórmula ancestral, se ha vuelto resta. Hay un “nuevo” elemento la TECNICA, que con el abuso y la descontrolada acción en su instrumentalización , tuvo y tiene, consecuencias imparables, desoladoras y catastróficas; dando como RESULTADO……una total incógnita para el humano y toda ser vivo de este planeta.

Creo que debemos aprender de nuestros antepasados y su cuasi-fusión con la naturaleza, el medio, lo vivo; el otro, dándole la importancia y valor que tiene para la supervivencia y para definirnos como lo que debemos lograr crear: seres sociales civilizados.

Porque, aclaremos algo, el grado de civilización de una comunidad o sociedad, no está marcado por el desarrollo TECNOLÓGICO; hay que desmitificar este disparate. Si en una sociedad por ejemplo para conseguir comida, llaman por teléfono a un delívery, se la traen en un automóvil, la calientan en un microondas y la comen mirando el televisor bajo una luz artificial; no es más civilizada de aquella que caza un animal con arco y flecha y se lo destripa, cocina y come al lado de la fogata y duerme en una choza.

Solo el grado de unión, convivencia y trato para con los otros, integrante de la comunidad, dará como resultado el grado para considerar a alguien más o menos CIVILIZADO, ya sea que vivía en Madrid, Tenochtitlán , Londres o Chichén Itzá.

Una paradoja para analizar. Cuando Hernán Cortez conquisto a los Aztecas en el siglo XVI, los historiadores Españoles de la época relataron con sorpresa, en lo referente a la higiene y organización de la ciudad de Tenochtitlán, que por ejemplo e rey se bañaba hasta dos veces por días y los demás habitantes una vez, había agua corriente y cloacas en varias zonas de la ciudad y un servicio periódico de la recolección de la basura domiciliaria…y al otro lado del mar, en la misma época, por ejemplo en Londres, no había para la comunidad ni recolección de basura, cloacas ni agua corriente, y los habitantes en promedio se bañaban cada 2 o 3 meses…si no hacían.

Entonces si lo vemos desde esta óptica…¿cuál se podría decir que era el civilizado y cual el bárbaro?

En estas últimas líneas quiero en el sentido más profundo; no olvidar todos los pesares, las muertes, las persecuciones, las vejaciones de las que han sido y son hoy día víctimas los millones de Originarios “únicos herederos reales de estas tierras” por parte de algunos personajes que La Historia; no aquella Historia que durante siglos fue escrita por la clase ilustrada, sino La Nueva Historia, la que están escribieron o relatando los que la sufrieron en carne propia o sus “hijos”, sacando a la luz la verdad de los hechos y no el discurso “falaz” que fue enseñado en los colegios.

De este modo se podrá desenmascarar y condenar a cada uno de los autores intelectuales y materiales de tan horrendos genocidios y a su vez reflexionar que la historia no debe ser usada solamente como mera acumulación de conocimientos, sino una herramienta instructiva para tomar conciencia de cara al futuro; de lo que fuimos y somos.