¿A QUIEN TENDRÁ EN CUENTA LA VERDAD...PARA SER REAL?

Comenzaré con una pequeña historia:
-“En un arenero de un parque se encuentran jugando hermanitos trillizos, de unos 2 años de edad, Juan, Pedro y Clara; su madre unos metros alejada conversa con una amiga (madrina de Juan). Sobre la arena Juan posee todos los juguetes que serían compartidos por los tres, según dictamen de su madre. Clara en ese momento pide, con señas, que su hermano Juan le preste un juguete; Juan se niega totalmente a compartirlos. Su otro hermano, Pedro, viendo lo sucedido, se dirige hacia Juan y toma a la fuerza una “Palita” y se la entrega a su hermana. Juan en esos momentos comienza a llorar y gritar desconsoladamente; culpando con su dedo índice a su hermano por su pesar; al advertir el llanto la madre corre para saber que ha sucedido, y basándose en la “acusación” de Juan y apoyada por la amiga (falsa-testigo) sin haber visto lo que realmente aconteció, la madre arremete contra Pedro, retándolo, pasando luego a consolar con mimos, abrazos y caricias a la “VÍCTIMA” del suceso acontecido, Juan.”

Dicho circunstancia es ficticia, pero no escapa a lo que sucede a menudo con las actitudes en los más pequeños y su forma temprana de Ser. Lo que busco aquí es como a través de una INFANTIL situación cotidiana podemos ejemplificar un estado de Ser de un ADULTO, no situándonos en el plano de la acusación y la mentira, del ejemplo anterior, sino adentrándonos de cómo reforzamos o mejor dicho “creamos” nuestra defensa, consciente o no, contra las “miradas de los otros” y de qué manera contrarrestamos o detenemos dicho análisis pre-juzga-torio.

Trasladando dicha ficción a hechos concretos, podemos comenzar a vislumbras algunos estados interesantes del Ser humano adulto, que en muchos casos, retrotrae su “madurez mental”……. a la de un niño.
Pasemos de la ficción a lo “real”: El principal “actor”, Juan, visto desde la óptica del lector, el cual no es un personaje de la misma sino algo externo, superior, contemplativo, inmaterial o sea ajeno a la historia, podría llamarlo “espiritual”; define a este como el personaje mentiroso, vil, avaro; a su hermano Pedro como el Héroe, bondadoso, la víctima, a Clara como el Ser neutral, común. A la Madre como la razón, el poder, la justicia, la Historia; y a su amiga, Las habladurías, la oportunista, la socia del poder o la interesada.

Pero si quiero llevar esta ficción a otro plano, más concreto “verdadero”, material posible, el lector o mejor dicho el “espíritu”, lo inmaterial, lo superior; es borrado del relato, porque el que lo hace concreto es la razón, la palabra, el hombre, LA HISTORIA, o sea la Madre, con algo de apoyo de “la interesada”. Su punto de vista o posición define o “crea” la verdad, que es muy distinta a lo real, pero no me detendré aquí, sino seguiré de cerca de Juan, el que aprovecha esta situación y obtiene VENTAJAS ante los demás, porque la “Victimización Ventajista”, separando de este modo con las verdaderas víctimas de la historia como Pedro, se trans-forma en victima por cualquier acontecimiento, que le ha sucedido en su vida; aún el más insignificante, para Justificar la causa de su estado, “llorando por los rincones” o “recordando a todos, una y otra vez sus pesares”, PUBLICANDO su situación hasta el hartazgo.

¿Por qué no busco Juan, hipotéticamente, convertirse en Héroe, realizando una acción ejemplar para con sus hermanos? Creo que es más fácil y menos riesgosa la victimización a crear un Héroe; la Vista de la Historia no siempre lo puede estar observando para darle ese galardón. La mirada del relator de la Historia (Madre) es el que designa que si y que no ver; hay millones de héroes pasados y presente, pero solo los que el relato, apañado por las habladurías, la publicidad y principalmente el poder, será el Héroe del momento. En cambio la víctima, siempre resalta de la multitud, su llanto se hace oír por todos lados, la historia, rápidamente lo ve; y le designa el “privilegio” de ser parte de esta, los ventajeros lo usan a diario como condicionador subliminal ante los Otros; en cambio los más humildes, honrados, equitativos…en definitiva humanitarios, guardan su pesar y dolor para consigo, piden ayuda o mejor aun tratan de superarlo ellos mismos y no se aprovechan de su situación.

¿Cuánto ha pesado en el Relato Histórico de pueblos y naciones, la representación como figura principal del Héroe y la Victima? real o no, fue y es la herramienta que consolidad y hace más fuerte al fanatismo exacerbado, la radicalización de procesos, al derecho a Ser victimario; en conjunto, imponer LA VERDAD ante las demás dando origen a UNA REALIDAD que permite ser usado como elemento de superación en la dialéctica del proceso histórico, y en un plano individualista, al Ser humano en su vida.

De esta manera que podemos destacar hasta aquí:

-Tengamos los ojos bien abiertos, cuidado y duda, ante el UNICO RELATO, LA UNICA HISTORIA.

- En muchos casos las victimas se convierten en victimarios.

-Las verdades son “creadas” por conveniencia, en todo momento y lugar; ya no es el fin último del hombre, sino solo un medio para crear paradójicamente…….mentiras.

-La educación humanitaria, de equidad, respeto y tolerancia ante los demás, nos transformará a todos en un Pedro mas, héroes secretos y del anonimato, pero con un corazón poderosamente visible y revelador.

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