SÖREN Y LAS PARADOJAS DE LA FE

Johannes de Silentio, Constantin Constantius, Johannes Climacus, Anti-Climacus; no eran varios hombres o autores; sino, que eran los “fantasmas” de un mismo hombre, el Danés: Sören Kierkegaard (1813-1855), el cual a través de estos seudónimos, deambulaba por los estadios, el cual según su pensamiento todo hombre/mujer transita a lo largo de su vida: el Estético, el Ético y el Religioso; de los cuales entre estos, no había ningún tipo de mediación; sino más bien la acción, el actuar, la intención, el riesgo; y que a veces en esos “saltos” unos quedaban en uno u otro estadio.-

Desde su pensamiento quiero adentrarme para lograr amalgamar, experiencias, conceptos e ideas para traerlos en parte al hoy y a esta realidad vivida-sentida y que a veces se nubla con tanta habladuría-dogmatica; de este modo quiero lograr abrir una hendija, con un soplo de aire limpio y dejar entrar algo de luz en la niebla, para “ver” esta realidad con una óptica más clara, menos oscura.

La vida social de Sören, su padre, su relación con las mujeres, mejor dicho con una: Regine Olsen, su condición física; llevaron a Kierkegaard a plantearse desde su experiencia, desde su sufrimiento, desde el dolor, el amor y principalmente la ANGUSTIA, concepto del que tanto escribió, el cual lo relacionaba con el pecado y con la libertad. Engendrada por la idea de la nada y con ella, de la muerte, “abrazada” a diario a nuestros pro-eyectos (posibilidad que está en todas mis posibilidades) y a su vez la posibilidad que me imposibilitaría de pro-eyecto posible. Esa angustia decía: es «el vértigo de la libertad» que me conduciría a la FE por ese Temor a Ser libre. En definitiva, miles de “problematas” en donde su filosofía, nacida desde la individualidad; la condición de existencia de cada Ser, de lo más profundamente humano; rompían con las filosofías heredadas Idealistas Alemanas de principios del siglo XIX de Fichte, Schelling y Hegel.-

De este modo el pensamiento y los escritos de Sören giraban principalmente en encontrar y a su vez definir en donde el ser humano debía llegar o encontrar/se como Seres plenos; y según él, solo podría descubrirla en la Religión, siendo un “verdadero” cristiano; pero a su vez del otro lado dentro del estadio ético, en el cual se incluía por ejemplo el matrimonio, del cual a último momento huyó; y del estadio estético del cual estaba totalmente condicionado por su corporalidad y su refinamiento, lo hacían deambular sin “desprenderse”, y de este modo arrojarse, al que consideraba el estadio máximo: la religiosidad del VERDADERO cristianismo, lugar que quiso alcanzar en toda su vida…pero se dio cuenta….que es imposible lograrlo.

Toda esta tención, tiraje y paradoja, llevó a Kierkegaard, siempre situado en una sociedad completamente religiosa, a increpar en muchos de sus escritos a lo que consideraba un humanismo burgués en el que la Fe, había pasado a Ser un mero hecho social, como decía, y se cometía la mayor herejía: “Jugar a Ser cristiano”, y dentro de ese juego él no quería ingresar, pero se sentía tentado.-

En Temor y Temblor, por ejemplo en donde relata desde uno de sus “fantasmas” (Johannes de Silentio), desde un estadio ético; el relato bíblico de Abraham, en donde Dios le ordena sacrificar a su propio hijo Isaac; y en donde Kierkegaard deja ver cuál es el Salto para Tener verdadera Fe, Ser un real cristiano, o convertirse como el nombró: Caballero de la Fe.-

En ese salto, se ganaría todo, ya que Dios todo lo daría, todo lo respondería…como bien lo dice en las sagradas escrituras, pero algo tendría que dejar…..y sería inevitablemente …..la Razón: como dice una de sus líneas en dicho texto: “La Fe comienza, en donde la razón termina”. Porque si Sören quería lograr obtener la “insignia” de: Caballero de la Fe, como lo fue Abraham, debía realizar aquel salto, abandonando todo estadio estético, y principalmente el ético moral, el cual Abraham abandonó, entregándose por completo a la palabra de Dios, “olvidando su razón”, su hijo, su mujer, su matrimonio, lo ético-social. Porque la Fe, como bien dice Kierkegaard es total paradoja e irracionalidad (agrego), porque por un lado si decimos: “Amaos los unos a los otros” “El padre debe amar a su hijo” “un padre no DEBE matar a su hijo”; todo dentro de un concepto ético y por supuesto social, porque estas “leyes” son concebidas, aprendidas, impuestas y aceptadas de alguien, del otro. Y rigen un colectivo social, un grupo, una etnia, una cultura determinada, o sea un conjunto de individuos; pero cuando ingresa el concepto o “la palabra” de Dios, para quien le debo todo; el “Temor y temblor” la ley terrenal y su ley divina, hacen de la FE para con Dios, la paradoja en sí (para lo racional-humano) porque es egoísmo pleno pero a su vez es una entrega total, tan total que se “pierde” toda razón, siguiendo a Kierkegaard:-

“La para­doja de la fe ha perdido la instancia intermedia, es decir, lo general. Por eso la fe resulta ser por un lado la expresión más alta del egoísmo (lleva a cabo lo terrible por amor a sí mismo), y por otro, la más ab­soluta expresión de la entrega, pues lleva a cabo la acción por amor a Dios. La fe nunca puede mediar en lo general; de hacerlo quedaría anulada. La fe consiste en esa paradoja, y el Particular no logrará nunca que otro le comprenda”

Trayendo todos los conceptos re-pasados al presente, aun país, a un estado, a una democracia, a una nación, un pueblo que rige y es regido por leyes que son para y por todos en igualdad de derechos, puede el estado, el pueblo dejar que, los que dicen ser los Caballeros de la Fe, puedan inmiscuirse o interceder en las leyes regidas y a regir, dictadas y a dictar que son de lo general, de las personas, de los individuos, de la gente, del “más acá”, de lo terrenal.-

¿Cómo podemos permitir no que la gente, sino leyes, dictámenes o dogmas del “más allá” que se basan en la FE a un Dios, a un ser o ente metafísico (supremo, que no se “sabe” si existe, que nació de la imaginación, o sea fue inventado, que es metafísica pura (no se físico, es pura abstracción) y que como bien dice Kierkegaard, la Fe es una condición de lo más egoísta, particular (no despectivamente, sino del sentir-profundo), en el que, no niego que pueda tal vez plasmarse intencionando en (el) mundo, como lo hizo Abraham o como lo hace algún fanático que se inmola, en una calle o contra un edificio por “orden” de Dios, puedan inmiscuirse en los asuntos de lo social, lo colectivo de un Estado?

Por eso, la FE de cualquier tipo de religión; dentro del estado aconfesional laico, plural, multi-cultural y multi-religioso, como lo es la Argentina: “PUERTAS ADENTRO”; y sentir-se o hacer-se…..no hasta el picaporte…..(sino como nace- vive-actúa realmente)…… hasta la nariz?

1 comentario:

  1. Anónimo16/4/11

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